Introducción.
A través del tiempo se ha comprendido que la
transición del país del cono sur ha pasado por distintas coyunturas políticas,
una es la de finales del S.XX que es la que inicialmente abordaremos
El complejo proceso de transición a la
democracia en Chile, tiene varios planos en los cuales se desarrolla, como
el político, económico, jurídico, social, etc.…. A su vez es el fruto de
numerosos acercamientos, consensos y pactos, que ya se daban desde los primeros
años del Régimen Militar.
Por su parte, el tema de la transición, ha
generado un amplio debate, ya que constituye una de las más importantes
temáticas a la hora de analizar la historia reciente de nuestro país. También
constituye un tema de difícil estudio, producto de la variedad de
interpretaciones sobre el proceso, pasando desde la discusión de su fecha de
inicio y término, hasta el alcance de su desarrollo y repercusiones en la vida
política y social de nuestro país, producto del acercamiento y establecimientos
de ciertos consensos y pactos para llevarla a cabo.
El presente trabajo realizará ser una
revisión de los principales consensos y pactos llevados a cabo durante el
Régimen Militar, y más tarde, durante el retorno a la democracia en el país,
desde la perspectiva de análisis del método histórico, en lo que definiremos
como una etapa pre – transicional y de transición a la democracia (de 1980 a
1990 y de 1990 a 2003 respectivamente)
A la vez, el siguiente trabajo se compone de
tres capítulos. En el tomo I hay dos (revisión y discusión historiográfica en
el primer capítulo y el análisis de la evolución histórica del proceso de
transición y sus problemáticas en el segundo) los cuales son la base para un
tercer capítulo (en el segundo tomo) que consiste en una serie de materiales
didácticos sobre los temas que aquí se tratan insertados en un proyecto
educativo.
Este trabajo dará a conocer desde las
diferentes perspectivas políticas, una fecha de inicio y término para el
proceso de transición a la democracia en Chile, sus características y la
evolución histórica del proceso de transición. En este sentido para los
analistas de derecha, su visión plantea que la transición comienza con el
proceso del plebiscito de la Constitución de 1980 y termina con el cambio de
régimen en 1990, a diferencia de la visión de centro e izquierda, que sitúan a
este hito como tan sólo el comienzo del proceso de transición. . Por su parte
se buscará una fecha para su finalización, que desde la perspectiva de
centro podría ser el fin del gobierno de Patricio Aylwin o Eduardo Frei según
el autor, en cambio la posición de la izquierda, señala que este proceso de
transición a la democracia en Chile aún no ha concluido. Es decir, básicamente
se analizaran las tendencias más relevantes que nos permitan conocer los
argumentos esgrimidos de cada una de ellas para que justifiquen sus respectivas
visiones sobre los temas e interrogantes aquí planteadas.
Cabe destacar que todo el primer análisis
consistente en establecer los límites cronológicos del período de transición,
será realizará teniendo en cuanta los diferentes procesos de acercamientos,
consenso y pactos de los diferentes actores de la sociedad, los que a su vez
han ido también dando forma al desarrollo y evolución de esta.
SECCIONES
DE LA INVESTIGACIÓN
2.
Describe los resultados de las políticas que chile y las capacidades de
formulación de políticas del estado chileno
a partir de la perspectiva comparada.
3.
Describe y analiza el sistema institucional y los incentivos que este establece
para los actores políticos: Analiza
efectos combinados de los dos sistemas electorales para las elecciones legislativas y presidenciales.
Y el sistema de partidos y el numero de actores
políticos.
-
El PFP en Chile ha tenido un cambio
importante institucionalmente hablando desde la década de los 90’ con la
implementación de la democracia, después de las dictaduras militares.
-
Chile Tiene
un sistema político de frenos y contrapesos
-
Posee un sistema presidencial con un congreso
bicameral
-
Sistema electoral binomial
-
Poder
judicial independiente y una
burocracia relativamente
profesional para los estándares
latinoamericanos
-
Transacciones
políticas intertemporales
·
Proporciona a un pequeño número de actores
políticos que interactúan repetidamente con horizontes de tiempo prolongados y con la presencia de buenos
mecanismos de cumplimiento de contratos.
·
ASPECTOS CLAVES DEL PFP
1. Existe
un sistema de partidos políticos formado
por dos coaliciones estables, en el centro-Izquierda y el centro- derecho,
que tienen posturas moderadas. Dificultando así la polarización en elecciones
legislativas, gracias al uso
de listas abiertas y a
la asignación de dos escaños por distrito con la regla D’Hondt. Con un sistema de segunda vuelta para elegir
el ejecutivo.
2. Enorme
poder del ejecutivo para influir en la
agenda legislativa. El presidente tiene un control sobre la agenda, a través de la iniciativa exclusiva en un
amplio espectro de materias
legislativas; poder de veto.
3. Número
considerable de actores de veto:
-
Congreso bicameral
-
Contralor general
-
Poder judicial independiente
a. Tribunales
reguladores
b. Tribunales
constitucionales
c. Tribunales
electorales
Con
la reforma constitucional 2005, se eliminaron algunos poderes de veto,
incluyendo senadores designados y la
relativa autonomía de las fuerzas
armadas con sus comandos por ramas.
4. Existencia
de buenos mecanismos para la implementación
de políticas y cumplimiento de
contratos, incluyendo un poder judicial
independiente.
En
2004 se creó: el sistema de alta
dirección pública con el fin de despolitizar los altos cargos directivos en la
administración pública.
En
2008 se creó: el consejo para la
trasparencia para velar por la probidad de
la información pública.
OTRO ANALISIS:
1. Chile
es una economía pequeña y abierta a
los mercados mundiales. Con políticas económicas con el fin de y objetivo de
mejorar la percepción de chile en el mundo, para minimizar así el riesgo de IED
2. Problemas
de las dictaduras políticas de 1970 en adelante, que duraron
aproximadamente 15 años son según el análisis marco de
Spiller y Tommas: Identifica características del PFP que tienden a
producir resultados cooperativos.
2.1 Por la cooperación y el benéfico común
2.1.1 Pocos
toman decisiones
2.1.2 Interacción entre actores
3. Fácil
control fiscal
4. Cumplimiento
de objetivos a largo plazo resulta ser prioritaqrui
5. Mecanismos
creíbles de cumplimiento de contratos
6. Alto grado en el
cual los partidos comparten intereses
Teoría
de juegos: Factores que se identifican como facilitadores de cooperación son factores que expanden el conjunto del
equilibrio posible para incluir resultados cooperativos, junto con el equilibrio
miope no cooperativo.
RESULTADO DE LAS POLITICAS Y
CAPACIDADES DE FORMULACIÓN DE POLITICAS.
·
Estabilidad y flexibilidad: Las políticas
públicas en chile poseen un nivel de estabilidad desde los últimos años después de la dictadura.
·
Las 4 administraciones que van desde
1990 a 2010, mantuvieron la disciplina
fiscal y evitaron la manipulación de la política fiscal para fines políticos.
·
Teniendo como consecuencias positivas un superávit fiscal de 1990 a 1998
·
La crisis asiática fue la que produjo un déficit fisca del 1.4% del PIB. en 1999
·
En el 2000
el superávit fiscal realizo
un propuesta de manera” estructural
“ que
consiste en el manejo del 1% del
PIB.
·
A la
propuesta estructural implementada,
se le suma la administración de estabilizadores contrciclicos en las políticas fiscales
·
Regulando d una mejor manera el gasto fiscal. (Superavit fiscal estructural
1% PIB)
Ø Estas
políticas fueron introducidas en la administración de Lagos.
Ø Bachelet
incorporó la ley de responsabilidad
fiscal en 2006
Ø En
el 2009, obligo a utilizar el
superavti acumulado para el
estimulo de la economía, dada la crisis mundial.
Ø Cabe
destacar que el alto superávit porcentualmente hablando, permitió un aumento en
el gasto público y refinanciar la deuda externa.
Ø Chile, posee una solida posición macroeconómica
o
En
1990 el banco central , realizo
una política monetaria, dando resultado a la reducción gradual de la inflación
del 26% en 1990 al 1,1% en 2004
o
Marco M1, fue el mecanismo de estabilización automática para mantener la inflación dentro de una banda objetivo de 2%- 4%.
o
Desde 1990 chile disfruta de una inflación baja y estable y sus políticas
fiscales y monetarias han recibido elogias en la comunidad internacional.
o
La política comercial han sido elogiada en la
comunidad internacional, ya que desde
1989 chile disminuyo sus aranceles en un
15%, y las administraciones siguientes
han tenido esta misma tendencia.
o
En 1999 la reducción arancelaria escalonada (reducción durante 4 años
de los aranceles), llegando hasta al 6% en el año 2003
o
Desde 1996 chile ha venido con una impresionante
apertura económica, muestra de
ellos son los constantes tratados de libre comercio que ha firmado, pasando a ser el país con
mas TLC del mundo.
o
Gracias a los tratados de libre comercio y a
le eficiente administración económica y comercial, aumentando la participación del comercio en un 28% del PIB







COORDINACIÓN
Y COHERENCIA
El
único objetivo del banco central es
cumplir con las metas de mantener
una inflación baja. Mientras el gobierno militar implemento lo que Navía y
Velasco llaman “reformas de primera
generación”, los posteriores procesos se les han denominado “reformas de segunda
generación”, que incluyen:
v Privatización de los
sectores portuarios
v Privatización
de servicios públicos
v Introducción de concesiones privadas en
obras publicas
v Reformas
a la educación
v Reformas laborales
v Reformas
de salud
v Reformas
de procedimientos jurisdiccionales
Las política chilenas han
tenido mayores efectos
|
Las política chilenas han
tenido menores efectos
|
Macroeconomía
|
Educación
|
Microeconomía
|
Derechos humanos
|
Transparencia de políticas gubernamentales
|
Temas sociales como:
Divorcio,
|
Capacidades del
estado, en regulación control y asignación
de recursos.
|
Reformas:
-
Del código laboral
-
Del sector agrícola
-
Constitucionales
|
·
En el periodo
comprendido de 1990 a 2003, se invirtió más en educación, con un aumento
del 220%
·
A pesar de que Chile goza de unos indicadores
de salud considerables, la baja cobertura es aun su talón de Aquiles.
Instituciones políticas y el PFP en Chile
Esta sección afirma que Chile tiene un
sistema institucional de frenos y contrapesos (con similitudes al de Estados
Unidos, pero también con algunas diferencias importantes) que ha funcionado
bien en términos de promover las transacciones políticas intertemporales desde
el restablecimiento de la democracia en 1990. Chile tiene un sistema presidencial
con un Congreso bicameral, un sistema electoral proporcional con una magnitud
de distrito dos, un poder judicial independiente y buenos mecanismos para hacer
respetar contratos y acuerdos. El PFP resultante es propicio para la
cooperación política en la mayoría de las áreas políticas, en tanto favorece
que un pequeño número de actores políticos interactúe repetidamente con
horizontes de largo plazo, apoyado por buenos mecanismos que hacen valer estos
acuerdos. Algunos “enclaves
autoritarios” heredados en la Constitución de 1980 por el régimen de Pinochet
(que fueron finalmente eliminados en una reforma constitucional en octubre de
2005) redujeron el espacio posible para la formulación de políticas durante el
periodo democrático hasta 2005, dificultando la cooperación en áreas
relacionadas con los derechos humanos y algunos asuntos relacionados con las
fuerzas armadas y la defensa nacional. Después de describir los principales
componentes del sistema político de Chile y de analizar los incentivos que
existen para los actores políticos, esta sección explora sus interacciones y
los efectos combinados sobre el proceso de formulación de políticas. Chile
tiene un sistema presidencial similar al de Estados Unidos, con un Congreso
bicameral como parte de un sistema de frenos y contrapesos. Tales sistemas
están diseñados para permitir cambios lentos pero graduales, previniendo la
inestabilidad política que a menudo resulta de la alteración en el equilibrio
de poderes políticos. Sin embargo, cuando estos sistemas están bien diseñados,
facilitan las decisiones ante crisis externas que cambian el valor relativo de
los temas políticos para los actores relevantes.
El asunto crucial aquí no es la
existencia de instituciones diseñadas para ejercer frenos y contrapesos, sino
el diseño preciso que determina el funcionamiento de dichas instituciones.
Diversos estudios comparativos muestran que los resultados de las políticas
públicas varían significativamente entre países con marcos institucionales
similares.
Esto es así porque la efectividad del
diseño institucional está en sus detalles. Esos detalles son los que en última
instancia determinan los verdaderos incentivos para los actores políticos y
sociales que participan del proceso de formulación de políticas públicas.
Los sistemas de frenos y contrapesos están diseñados para
producir buenas políticas en áreas de relativo consenso, o en casos en que es
posible compensar a los perdedores de reformas de políticas, y para evitar las
modificaciones al statu quo en áreas en las cuales los actores políticos tienen
intereses divergentes. En este contexto, el sistema chileno parece estar bien
diseñado en tanto ha permitido un mejoramiento constante de las políticas,
instituciones, reglas y regulaciones desde 1990. Se ha facilitado la
estabilidad y la flexibilidad en la toma de decisiones, contribuyendo a evitar
crisis políticas y a enfrentar correctamente shocks económicos
externos. Como se espera en un sistema de frenos y contrapesos, la calidad de
las políticas varía dependiendo de las áreas políticas. La calidad tiende a ser
mayor en asuntos con un menor número de actores involucrados y con menores
connotaciones ideológicas, como las políticas macroeconómicas, la integración
internacional, los mercados financieros y los marcos regulatorios, pero no en
asuntos sociales como los mercados laborales, la seguridad social, la salud y
la educación. Con respecto a las cuestiones morales y de valores, los derechos
humanos y los temas del ámbito militar, las políticas muestran mayor rigidez y
en general evidencian una calidad más baja.
Sistema electoral, ciclo electoral y el
sistema de partidos
Chile tiene sistemas electorales
diferentes para elecciones legislativas y presidenciales, que ofrecen distintos
incentivos a los actores políticos para coordinar sus estrategias electorales.
Para las elecciones legislativas, Chile utiliza el llamado sistema electoral
binomial, que es un sistema de representación proporcional que asigna
uniformemente dos escaños por distrito. El sistema binomial utiliza listas
abiertas (con un límite superior de dos candidatos por lista) y la fórmula de
asignación de bancas o curules es D’Hondt, que facilita la formación de
coaliciones, las cuales, de realizarse, son vinculantes a nivel nacional.11 En
la práctica, las dos listas
(coalición/partidos) con las dos más altas votaciones se dividen los dos
escaños del distrito (a menos que la lista reciba más del doble de votos que
cada una de las otras listas, en cuyo caso esa lista recibe ambos asientos o
curules).
El sistema electoral chileno para elecciones
parlamentarias tiene un efecto doble sobre el sistema de partidos al reducir el
número de actores relevantes, incentivando a los partidos a formar coaliciones
y fortalecer las directivas nacionales de los partidos. A nivel de distrito,
una magnitud de dos determina un límite superior de tres partidos (Cox,
1997).12 A nivel nacional podrían existir muchos partidos que presentan candidatos
en solo unos pocos distritos. Pero, al mismo tiempo, hay un fuerte incentivo
para unirse en coaliciones ya que si logran más del doble de los votos que sus
rivales, la lista obtiene las dos curules disponibles en el distrito. Si una
lista asegura el segundo lugar y evita ser doblada, obtiene el 50% de las
bancas o curules en el distrito. Ya que las coaliciones son obligatorias a
nivel nacional, los partidos se ven inducidos a formar coaliciones nacionales
amplias. Debido a que es difícil formar coaliciones que puedan asegurar más de
dos tercios de los votos en cada distrito, y que es relativamente fácil
asegurar un tercio, el resultado más probable es la formación de dos
coaliciones nacionales, que en la mayoría de distritos obtienen una de las dos
curules disponibles. En este escenario, si las coaliciones ya están formadas,
un partido pagaría un costo alto si dejase unilateralmente su coalición.
Asimismo, el sistema binomial establece una barrera de entrada alta para una
tercera coalición nacional o partido independiente. Desde 1990 hasta 2009 hubo seis partidos con
representación en el Congreso, ordenados en dos coaliciones nacionales. El
plebiscito de 1988, en que los chilenos rechazaron la pretensión de Pinochet de
mantenerse por ocho años más en el poder, inicialmente facilitó la organización
de los actores políticos existentes en dos bloques que apoyaban el “sí” y el
“no” a la continuidad de Pinochet. Estos bloques han permanecido en el proceso
democrático posterior, con los partidos de centro e izquierda que se opusieron
a Pinochet en una coalición, la Concertación de Partidos por la Democracia, y
los partidos de derecha que apoyaron al general en la otra, la Alianza por
Chile, respectivamente. Hasta marzo de 2010, la Concertación y la Alianza
fueron las únicas coaliciones con representación en el Congreso y se
consolidaron como las más longevas en la historia republicana de Chile.
La existencia de estas coaliciones ha establecido incentivos
y restricciones a los partidos políticos. Debido a que solo se requiere una
tercera parte para asegurar el 50% de las curules en cada distrito, los
partidos desarrollan estrategias electorales que no se orientan al votante
medio sino a obtener el apoyo del votante ubicado en el 33%. Eso polariza
moderadamente las plataformas programáticas de los partidos y coaliciones
(aunque, como se indica a continuación, este efecto es mediado por los efectos
del sistema electoral presidencial, que reduce los incentivos centrífugos).
También, el precio potencialmente alto que un partido pagaría en términos de
escaños si abandona unilateralmente su coalición fortalece la disciplina
intracoalición. Esto ha sido importante para mantener ambas coaliciones unidas
durante el periodo bajo estudio, pese a que incluyen partidos con diferentes
plataformas ideológicas así como líderes con profundas rivalidades personales.
A pesar de las constantes disputas entre los partidos de una misma coalición
(que son ampliamente publicitadas por los medios de comunicación), ambas
coaliciones se han mantenido unidas por la presión de sus legisladores sobre
sus respectivos líderes partidistas. Los congresistas saben que la posibilidad
de reelección estaría en peligro si sus coaliciones se disolvieran.
Capacidades del Estado y
calidad total de las políticas públicas
Los esquemas de políticas y regulación
de Chile son relativamente transparentes. Hay un código impositivo simple, la
evasión de impuestos es baja y las tasas de protección total y efectiva al
comercio son muy similares. Los procedimientos y el tiempo requerido para abrir
nuevas empresas y cumplir con las regulaciones gubernamentales son mucho más
bajos que los promedios regionales (pero aún así son más altos que en los países
de la OCDE). El arancel regulatorio es moderado. Aunque los datos del estudio
revelan que el tiempo y el costo monetario necesarios para cumplir con las
regulaciones al abrir una nueva empresa son bajos en relación con los
estándares internacionales, el número total de regulaciones para abrir una
nueva empresa excede el promedio internacional.
Es bien sabido que la liberalización
de la economía y del sistema financiero, la privatización de empresas
proveedoras de servicios públicos y la consolidación de mercados deben ir de la
mano con el fortalecimiento de las instituciones reguladoras respectivas. De
lo contrario, existirán altos riesgos de captura de rentas cuando el regulador
trabaje para defender los intereses de las industrias reguladas en vez de los
intereses de los consumidores y de asegurar mercados más competitivos. El
diseño del esquema regulatorio de Chile ha buscado reducir las barreras de
entrada y ha promovido una intervención selectiva, más que estructural,
ejecutada por las comisiones antimonopolio, que brindan mayor flexibilidad al
sistema. Sería exagerado sostener que las políticas reguladoras han cambiado
desde 1990. Las llamadas “reglas del juego” no han tenido cambios
significativos. Al contrario, ha habido un esfuerzo por mejorar el marco
regulatorio a partir de problemas específicos que se han evidenciado a través
de los años.
Respecto a la calidad profesional del capital humano del
Estado, hay un alto grado de centralización de las decisiones relevantes, un
margen limitado para la toma de decisiones en los niveles institucionales local
y regional, y también poca flexibilidad y limitado espacio discrecional para
los responsables de la administración de los despachos y las instituciones
respectivas. Más aún, hay un régimen uniforme de recursos humanos para todo el
sector público. Eso hace más difícil ajustarse a las necesidades específicas y
demandas de instituciones y servicios públicos particulares. Existe un marco de
estabilidad laboral muy rígido, el cual en la práctica hace imposible despedir
trabajadores públicos. El salario y la compensación pública también responden a
un rígido esquema controlado nacionalmente que a menudo favorece a quienes han
sido empleados con más antigüedad en el sector público. El Índice de Percepción
de Corrupción de Transparencia Internacional clasifica a Chile entre los 25
países menos corruptos del mundo y como el menos corrupto en América Latina.9
De acuerdo con el informe de competitividad mundial, Chile se ubica en el
puesto 26 entre 123 países del mundo.10 Este informe, preparado por el Foro
Económico Mundial, analiza tres pilares fundamentales para el crecimiento: el
entorno empresarial, las buenas instituciones y el desarrollo tecnológico. La
más alta calificación de Chile está en la calidad de sus instituciones. Desde
1994 se han hecho intentos por modernizar la burocracia del Estado. El más
notable fue la creación, en 2003, de una división del Servicio Civil público
(Nuevo Trato y Dirección Pública). Esta nueva oficina se encargaría de
supervisar el proceso de nombramiento de entre 1.900 y 3.500 posiciones que
antes habían sido consideradas de exclusiva confianza presidencial y que eran
nombradas a discreción. Se crearon dos instituciones autónomas para nombrar los
nuevos empleados del sector público: el Consejo de Alta Dirección Pública y la
Dirección Nacional del Servicio Civil. Otros cambios institucionales
importantes que se adoptaron en Chile desde 2003 son la nueva ley sobre
remuneración y gasto del gobierno, que regula los salarios para funcionarios de
alto nivel y limita sus presupuestos discrecionales; una nueva legislación que
obliga al gobierno a mantener un registro de todos los individuos,
instituciones y compañías que reciben fondos públicos; y una nueva ley sobre
financiamiento de campañas y partidos políticos que puso en el debate público
la relación entre el dinero y la política
Conclusión.
El
proceso de formulación de políticas en Chile se caracteriza por una estructura
institucional en la que un puñado de jugadores de veto institucionales se
opone al establecimiento de la agenda del ejecutivo. Las instituciones
responsables por la promulgación de las políticas son relativamente
transparentes, honestas y eficientes, aunque existe una variación
significativa sobre este último punto. El sistema electoral (que es de lista
abierta de D’Hondt con distritos de dos miembros y tiene selección dentro de
las listas por norma pluralista) ha fomentado el desarrollo de dos coaliciones
de los partidos políticos distintas ideológicamente. El pequeño número de
partidos importantes (seis grandes partidos) y su longevidad los hacen
vehículos de responsabilidad, manteniendo firmes sus posiciones ideológicas
creíbles con los votantes y cultivando una reputación de cumplimiento de sus promesas.
Dentro de este marco, la divergencia relativa o alineación de intereses por
medio de los grandes actores influye en la facilidad con que los resultados
cooperativos se alcanzan.
Texto;
Juego político en America latina pág. 172
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