El siguiente blog es elaborado por un estudiante de la Universidad del Atlántico de la Facultad de Ciencias Económicas, con el objetivo de compartir herramientas que surgen de los procesos de aprendizaje en las aulas de clase, para así suministrar información que fomente la investigación en las ciencias económicas y administrativas, con énfasis en la logística internacional .
viernes, 17 de abril de 2015
lunes, 6 de abril de 2015
EL TRABAJO PRODUCTIVO COMO GENERADOR DE RIQUEZA EN LA SOCIEDAD
Por: Jorge Alberto Padilla Casilimas[1]
Palabras
Claves: División del trabajo, trabajo productivo, Hombre, sociedad.
Desde la caída del imperio romano la política de
Europa ha sido favorable a las Artes, Manufacturas, Comercio e industria
rustica (agricultura), generando un contexto para que Adam Smith[2] realice una teoría, con
los principios de la ciencia es decir, creando un sistema ordenado por
principios, demostrados por causas, y comparados
con efectos palpables. Dando a
conocer que el principio universal de
la riqueza es el trabajo productivo del hombre. En los
tres primeros capítulos del tomo I del
libro investigación de la
naturaleza y causa de las riquezas de las naciones[3],
que es el que se toma como base para
la realización de este ensayo, se
evidencian algunos elementos que permiten entender el porqué del
adelantamiento de una nación
sobre otra, en base al perfeccionamiento
de las
facultades productivas del
trabajo y del orden natural con el que se distribuye su
producto entre la sociedad.
Conociendo que el principio
universal de la riqueza es el trabajo productivo del
hombre, sin importar si
dicho hombre pertenece a la
clase más abatida, si es frugal e industrioso, podrá gozar de mayor cantidad de provisiones necesarias y útiles,
desarrollando pericias y destrezas
permitiendo un adelantamiento de las
facultades productivas del trabajo para sí y para la sociedad. Siendo esta
una causa de la división del trabajo. Con la juiciosa combinación de las
diferentes operaciones se pueden
hacer o fabricar más elementos o productos, separados en operaciones y oficios, es decir,
El trabajo se reparte entre muchas
manos; aumentando el nivel de productividad, un ejemplo clásico es el de
los alfileres, ya que no es lo mismo si
un solo individuo hace
todas las operaciones a que cinco hagan una
sola operación, siguiendo el ejemplo
de la fábrica de alfileres, mientras
uno tira el metal, otro lo endereza, el otro lo corta, el cuarto lo afila
y el quinto lo prepara para
ponerle la cabeza, aumentando así el nivel de alfileres hechos por unidad de tiempo. Consecuencia
de esto es que el
individuo perfecciona destrezas, se ahorro el tiempo que comúnmente se pierde
de pasar de una operación a otra y
madura la Invención de maquinas que facilitan y abrevian el trabajo, habilitando a
un hombre para hacer el trabajo
de muchos; si cada miembro se especializa en alguna labor, y las perfecciona,
la sociedad se despliega hacia un aumento considerable de la producción y el desarrollo.
El hombre de una sociedad
civilizada se ve siempre obligado a cooperar y a la concurrencia con la multitud,
pues no se acude a la
humanidad, sino al amor propio de cada
individuo al cambiar toda aquella parte de trabajo propio que excede del
trabajo ajeno, y que al otro le hace la falta,
esto estimula al hombre para aplicarse a una ocupación en particular. Cada hombre tiende a canjear por sí y para si todo lo necesario y útil para su sustento, de lo
contrario todos hubieran tenido el mismo
nivel obligaciones y labores que no
hubiera podido diferenciar labores que
dan motivo ahora para una variedad tan
grande de genios y de talentos como se
nota en los hombres.
El poder permutativo
es lo que motiva
la división del trabajo, siempre
y cuando el mercado publico se dé un tamaño
considerable, pues de lo
contrario nadie se animaría enteramente a un
empleo o labor, por falta de disposición
para intercambiar y permutar bienes.
Se puede entender que el trabajo productivo de
la sociedad motivado por un
espacio naturalmente establecido por el raciocinio e ingenio persuasivo del hombre para intercambiar cosas, motiva
a los actores de la sociedad a especializarse en alguna actividad o labor, intercambiando el excedente de su trabajo, generando un valor en sí
de su actividad y aumentando el nivel de
participación de cosas por permutar en un
sistema social propio del hombre,
en busca de la satisfacción de las necesidades por medio de las cosas permitiendo un desarrollo y creciendo de la sociedad en general. Dicha especialización hace que el hombre innove su labor u oficio, al aumentar la producción
e intercambio en una
sociedad, haciendo que un país crezca,
siendo el determinante principal
de la causa de las riquezas de las naciones.
[1]
Tecnólogo en Distribución física Internacional, Estudiante de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad
del atlántico, adscrito al programa de Economía, cursando
quinto semestre.
[3] La
riqueza de las naciones, es la obra más célebre de Adam Smith.
Publicado en el 9 de marzo de 1776, es considerado el primer libro moderno de economía.
IMPORTANCIA DEL MANIFIESTO COMUNISTA
Los
proletarios no tienen nada
que perder más que sus cadenas y un mundo por ganar.
K. Marx
y F.Engels
Palabras
Claves: Comunismo, Manifiesto Comunista, Proletariado,
Propiedad Privada,
Jorge Alberto Padilla Casilimas[1]
En la actualidad el sistema capitalista y
a lo largo de
toda su historia como sistema de producción a presentado innumerables
criticas ligadas a la desigualdad del bienestar que este modo de producción de nuestros
días ha generado y seguirá generando,
dentro de estas críticas
Karl Marx Y Fiedrich Engels, crearon
el manifiesto comunista. Creado
en 1847 , siendo este un
panfleto critico que fue escrito a petición de la liga de los juntos,
organización de obreros cuya sede era parís, allí, se dieron
a conocer ideologías políticas claras, tendientes al social- comunismo,
cuya base es el derrocamiento de la sociedad de clases y a su
vez de la propiedad privada.
Las intenciones sociales y humanistas por dignificar el trabajo del hombre que por aquella época, era
muy degradado, generaron gran aceptación no solo en
parís, sino en varios países del mundo, siendo una
base ideológica para la revolución de octubre,
que aconteció en Rusia en años
posteriores, cabe resaltar, que este
manifiesto fue escrito en un
periodo determinado del tiempo,
lo cual en la
actualidad hay muchos conceptos a los cuales hay
que entrar a analizar con mayor detenimiento, sin embargo, no deja de ser
importante no solo a nivel político, sino a
nivel académico e investigativo, ya que
por medio de este , se pueden
tener bases para la generación
de política publicas en busca
de la igualdad social
y del bienestar de toda la sociedad.
El manifiesto tiene un fundamento
central en demostrar el
desarrollo histórico de las sociedades
y de forma específica de la sociedad burguesa y/o
capitalista, tratando de generar
un cambio histórico
a través de la practica
social colectiva cuyo practicantes
son los asalariados proletarios de las
naciones, evolucionando en una organización y posteriormente en un
partido político. Afirma Igualmente, que
la historia de la humanidad se resume a
la lucha de clases entre opresores y
oprimidos. Bajo esta
lógica la propia burguesía
moderna es el resultado de un
prolongado proceso evolutivo, que
alimenta a la gran masa a manifestar su
descontento dado el grado de explotación,
desigualdad e inequidad que el sistema genera utilizando
como medio el trabajo asalariado con el fin
de obtener mayores niveles de acumulación y riqueza. Aparte de querer abolir
la propiedad privada y las
clases sociales, los comunistas, quieren
abolir los sentimientos nacionalistas,
desean utilizar la educación como medio influyente para mantener su ideología sostenible en el tiempo; lo anterior en caso de que un
grupo político social comunista
tome el poder, no solo se
limitarían a lo anterior, sino
que en base a sus políticas realizarán
las siguientes medidas ante la sociedad:
1. Expropiación
de la propiedad de la tierra y el empleo de
las mismas para los gastos
sociales.
2. Fuertes impuestos progresivos.
3. Supresión del derecho
a la herencia.
4. Confiscación
de la propiedad de todos
los emigrantes y rebeldes.
5. Centralización
del transporte en manos del estado.
6. Centralización del crédito
en manos del estado por medio de un banco nacional con capitales estatal
y monopolio exclusivo.
7. Multiplicación de
las fabricas nacionales ,
instrumentos de la producción, roturación de los
terrenos incultos, y mejoramiento de los
campos según su plan general.
8. Trabajo
obligatorio igual para todos, instauración de
ejércitos industriales en especial
para la agricultura.
9. Unificación
de la explotación de la agricultura y la industria, acción en pro de la paulatina eliminación de la
diferencia entre la ciudad y el campo.
10. Educación
publica gratuita de todos los
niños. Abolición del trabajo
fabril de los niños.
Por último, los comunistas
tiene una postura de apoyo, ante los demás partidos políticos que se encuentre en oposición al de turno , y declaran francamente que sus objetivos solo podrán
alcanzarse mediante la subversión violenta de cualquier orden social
preexistente.
Finalmente, la
postura política e ideológica que manifiestan los comunistas es limitada a
un periodo de la historia sin desmeritar la profundidad de la propuesta en la nomenclatura de los agentes de la sociedad y la modificación en la estructura social; esto sí produjo
una mayor conmoción en la
forma como se
venía dando el conocimiento y el
análisis de la sociedad capitalista y
del hombre en sí mismo, lo anterior
sirve como base para emprender un análisis histórico del hombre y de
la sociedad, con su motor y eje
que es el trabajo y las implicaciones que tiene este en el proceso
evolutivo y de transformación de elementos y/o
materiales como medios satisfactores de necesidades , introduciendo la importancia del trabajo del proletariado en el
mundo moderno, y utilizando
estas ideologías como bases
para la generación de
propuesta o políticas públicas que busquen como fin último el bien común.
[1]
Tecnólogo en Distribución Física Internacional del Servicio Nacional de Aprendizaje SENA,
estudiante de la facultad de ciencias
económicas adscrito al programa de economía cursando cuarto semestre.
viernes, 3 de abril de 2015
La fraudulenta superioridad de los economistas
Por Moisés Naím
“La arrogancia de los economistas ha sido rigurosamente confirmada por una investigación publicada en una de sus revistas especializadas. The Journal of Economic Perspectives revela que el 77% de los alumnos de doctorado en economía de las más prestigiosas universidades de Estados Unidos piensa que ‘la economía es la ciencia social más científica’. Sin embargo, tan sólo el 9% de los entrevistados opina que hay consenso con respecto a cómo responder preguntas básicas de la ciencia económica”.
Esto lo escribí en un artículo publicado hace diez años. Allí también ofrecí ejemplos de la sorprendente brecha que había entre lo poco que sabían y lo muy superiores que se sentían los economistas con respecto a otros científicos sociales como politólogos o sociólogos. Y en vista de su vasta ignorancia sobre temas básicos de la ciencia económica, sugerí que “a los economistas les convendría cambiar su arrogancia intelectual por una actitud más humilde y ver qué pueden aprender de otros”. Eso no pasó. Y no porque la ciencia económica haya llenado los vacíos de conocimiento que la plagaban una década atrás.
La misma revista en cuyos datos basé mi columna hace diez años acaba de publicar un artículo titulado (irónicamente) La superioridad de los economistas. En él se demuestra que una década después, y a pesar de la catastrófica crisis mundial que no fueron capaces de prevenir y sobre cuyas razones y soluciones aún debaten ferozmente, los economistas siguen creyendo que su ciencia es superior a todas las demás. Si bien hay incipientes intentos de recurrir a otras disciplinas para enriquecer sus teorías, la realidad es que los economistas estudian —y citan— predominantemente a sus colegas.
Los autores del artículo, Marion Fourcade, Etienne Ollion y Yann Algan, examinaron las 25 publicaciones científicas más respetadas en Economía, Ciencias Políticas y Sociología. Encontraron que, entre 2000 y 2009, en todos los artículos publicados en The American Economic Review (AER), la más importante, el 40% de las referencias son a artículos publicados en las otras 24 principales revistas de economía. Tan solo el 0,3% de los artículos citados provienen de las revistas de sociología y el 0,8%, de las principales revistas de ciencias políticas. Es decir, que en todos los textos publicados en las 50 revistas más importantes de otras disciplinas durante toda una década, los economistas solo encontraron cerca de un 1% de artículos dignos de ser citados.
Y hay más. A la pregunta “¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con la afirmación de que ‘el conocimiento interdisciplinario es mejor que el conocimiento obtenido de una sola disciplina?”, la mayoría (57%) de los profesores de economía de EE UU que fueron sondeados estuvo en desacuerdo. En cambio el 75% de los profesores de sociología y el 72% de los politólogos encuestados dijeron que trabajar interdisciplinariamente era mejor.
Pero el desdén de los economistas por las ideas de otros campos no es universal. Hay disciplinas que les atraen mucho. Las finanzas y los negocios, por ejemplo. Mientras que las citas de los economistas a otras disciplinas vienen disminuyendo, las referencias a artículos publicados en revistas académicas especializadas en finanzas han experimentado un vertiginoso crecimiento. Analizando el lugar de empleo de los autores de artículos publicados en la principal revista estadounidense de economía (AER), Fourcade, Ollion y Algan encontraron que en los años cincuenta tan solo el 3,2% de los autores trabajaban como profesores en facultades de negocios. Pero en la década que se inició en el año 2000 el porcentaje aumentó al 18%.
Luigi Zingales, un respetado economista, advierte de que la cercanía de sus colegas al mundo de los negocios y las finanzas puede amenazar su independencia y condicionar su agenda, conclusiones y recomendaciones.
Zingales encontró, por ejemplo, que cuando los autores de artículos académicos no trabajan en facultades de negocios, sus textos son significativamente menos propensos a justificar los elevados sueldos que cobran los ejecutivos, y con frecuencia tienen una posición crítica al respecto. Dos tercios de los sociólogos estadounidenses sondeados opinan que las empresas privadas obtienen ganancias excesivas, mientras que solo un tercio de los economistas lo cree así. Casi ningún profesor de finanzas encuestado estuvo de acuerdo.
La crisis económica que aún vive el mundo y la incapacidad de los economistas para ofrecer soluciones sobre las cuales hay un significativo consenso revela que su instrumental teórico necesita urgentemente una inyección de nuevas ideas, métodos y supuestos sobre la conducta humana. Es difícil que esto ocurra mientras prevalezca la arrogante insularidad intelectual de la elite que actualmente rige de manera férrea y miope las investigaciones económicas.
Twitter @moisesnaim
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