lunes, 8 de abril de 2013

El arte sostenible y renovable de la ciencia económica.



El arte sostenible y renovable de la ciencia económica.

Detengámonos unos minutos a observar nuestro entorno, nuestra actividad diaria, lo que hacen nuestros familiares y amigos, la prensa o los programas de televisión, sin importar su naturaleza, con seguridad llevaremos en conjunto o individual alguna unidad monetaria, además de los satisfactores que portamos diariamente como la ropa, el teléfono celular, etc. Con todos  los bienes y servicios que  utilizamos, con o sin nuestro dinero, lo hacemos con el fin de satisfacer nuestras necesidades; de  alimentación, educación, ocio, transporte, entre otros. Al instante de adquirir algún bien, como un  automóvil, siempre cotejamos nuestros deseos con las posibilidades reales  y probablemente nos vemos obligados a tomar una decisión más realista, con el fin de acondicionar los recursos limitados a las necesidades; siempre eligiendo las que sean prioridad en ese determinado instante. Todos los días nos enfrentamos a estos casos y más aun, de esto trata la economía,  de cómo nos enfrentamos de manera individual o colectiva a las necesidades que tenemos y de qué manera la satisfacemos con los recursos relativamente escasos.
El  problema  que afronta la economía está dada  desde que el hombre fue expulsado del paraíso terrenal  y se vio obligado a trabajar para poder compensar  sus deseos y necesidades siempre crecientes, con medios limitados, es por esto y más, la economía es considerada el más antiguo de los artes, pero la más reciente  y joven ciencia; el paraíso ¿es utópico o realidad?, aun no se sabe esta respuesta, pero desde entonces se toma el axioma de que hay bienes escasos.
Fue hasta el año de 1776 con la obra realizada por Adam Smith, titulado ‘Investigación sobre la naturaleza y las  causas de las  riquezas de las naciones’, donde se determinó  como  ciencia la economía. Sin duda, Adam Smith  tenía que basar sus estudios en algún conocimiento antecesor que se considerará solido, y es así  como  obtuvo una  gran influencia  de su maestro Hutcheson[1] y de David Hume. Las  contribuciones, del considerado padre de la economía, se basan en una recopilación de ideas de destacados pensadores y unirlas, no a través de artilugios técnicos, sino aplicando juicio y sabiduría[2], teniendo como base sus estudios académicos en filosofía moral y otras ciencias que hoy se les  consideran humanísticas.  Smith, se basó en anteriores aportes o simplemente los analizó con el fin de contribuir  con el desarrollo del pensamiento. Estos son: el pensamiento económico preclásico, posteriormente resaltamos a los pensadores del escolasticismo, como  Santo Tomás de Aquino, San Agustín, después de estos, sobresalen  los mercantilistas, los fisiócratas que son los precursores del pensamiento clásico de Smith;  cabe resaltar que se nombraron algunos que fueron más representativos, pero hay más personajes  que  bridaron muchas  herramientas  y ampliaron  el campo  de estudio y  análisis económico.
Se debe considerar fundamental que se debe tener para  emprender el estudio de esta ciencia social,  y como John Keynes afirma: “el estudio de la economía no parece exigir ningún don especializado de un orden excepcional superior. Es una disciplina en la que muy poco sobresalen[3]Y como él lo afirma,  el economista debe tener  una agrupación de  dones, actitudes, aptitudes que quizás no  sean muy fácil de adquirir, puesto que tienes que ser  filosofo, historiador, matemático y  en cierta medida  político,  es por esto la ciencia abarca muchos campos de investigación que dan perspectivas macro de un fenómeno, lo que  motiva al aprendiz a comprender científicamente los fenómenos que están ocurriendo o que ya sucedieron, dando bases para  pronosticar los próximos. Los economistas utilizan analogías basadas en modelos económicos, con el fin de que en lo irreal se observen comportamientos para que en lo real se obtengan conclusiones y posibles soluciones. Un ejemplo  de  modelos y de  conclusiones basados en analogías es el modelo de los apartamentos[4] o el modelo del parque de diversiones[5],  que ilustran hasta donde llega la aplicación y entendimiento basado en laboratorios utópicos o  en escenarios específicos, y con  esto la  economía responde interrogantes  vitales para el desarrollo individual o  colectivo; haciendo énfasis en la administración optima de los recursos relativamente escasos utilizando como herramientas las ciencias exactas y otras ciencias  humanísticas[6] que justifican su importancia y compresión en la historia y en la ciencia del mañana, puesto que siempre se van a presentar la disyuntivas entre necesidades y medios para satisfacerles, sin olvidar el costo de oportunidad por él cual siempre acarreamos.  El arte de la  ciencia económica.  No debe de desvirtuar ningún aspecto  de la naturaleza del hombre o de sus instituciones, por el contrario debe ser simultáneamente decidido y desinteresado; tan distante e incorruptible como un artista y, sin embargo, a veces tan cerca del  suelo como un político[7]
Nada permanecerá constante desde una perspectiva material los movimientos y cambios son inevitables, el principal enfoque de la ciencia social es el homoseconomicus,  por ello  el hombre siempre permanece en cambios que pueden contribuir a su desarrollo individual o al colectivo. El hombre se diferencia de los demás seres por el nivel de raciocinio al que ha evolucionado  y seguirá  evolucionado y con esta evolución  todas las ciencias sin dejar de un lado de la ciencia económica,  ayer hablamos de la globalización, en el hoy  hablamos de la economía ambiental y sostenible y como la  mañana no es clara allí estará la economía para con modelos resolver las disyuntivas latentes y permanentes, analizando costes de oportunidad y la satisfacción del ser social, humano  y económico, el Hombre.  



[1] Landreth y Colander. Historia del  pensamiento  económico 1ra edición en español. Compañía editorial continental 2002. Pag. 67 Francis Hutcheson(1694-1746) y David Hume(1711-1776)
[2] Landreth y Colander. Opcit  Pag. 72
[3] Mankiw Gregory, Los diez principios de la economía. 4ta edición.  Editorial Clara M de la fuente rojo reimpreso 2009.  Pag 21
[4]  Varían Hal, Microeconomía intermedia un enfoque actual. 5ta edición. Editorial Nomos S.A 1999. Pag. 1-18
[5] Lucas Robert, ¿Que hacen los economistas? Paper universidad del atlántico, ensayos de economía, Barranquilla (Col) No.6,2005
[6] Lora Eduardo, Ñopo Hugo, Inter-American Development Bank IDB Working Paper series; 119. Formación de los Economistas en América Latina. 2009
[7] Mankiw Gregory, Opcit

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